Siempre me ha gustado dibujar y en mi adolescencia fantaseaba con la idea de llegar a convertirme en ilustradora, pero acabé abandonando ese sueño porque me frustraban mi afán de perfeccionismo y mi falta de técnica. Estos dibujos los hice hace un par de años, a petición de mi hermana, que por aquel entonces colaboraba como voluntaria en un centro de acogida, ayudando a los niños con sus tareas del colegio. En concreto los hice para una niña que estaba aprendiendo a leer. Hacía ya un tiempo que no cogía un lápiz, y disfruté haciendo estos dibujos rápidos porque no me preocupé por el resultado ni me obsesioné con hacerlos perfectos. Es algo que me cuesta mucho y estoy intentando cambiar. Cuando te relajas las cosas fluyen. 😉
Jejejeje… recuerdo estos dibujos y los comentarios que te hice por privado 🙂 Aunque no hayas querido perseverar con el dibujo, el resultado es muy bueno, se entienden a la primera
¡ooh, gracias! *^_^* Quedaron graciosillos, y aunque tienen sus fallos me lo pasé bien haciéndolos, cosa que no me ocurría hacía mucho tiempo. A ver si un día de estos vuelvo a coger un lápiz, aunque sólo sea por relajarme. 🙂